El fenómeno de acoso en las
escuelas, centros de recreación, clubes deportivos se denomina bullying (su traducción al español es
“intimidación”).
El bullying
no es un hecho aislado, es una dinámica que se constituye en torno a las
relaciones de sociabilidad asimétrica entre preadolescentes o adolescentes y
que suele coincidir con el período de escolarización medio. Es por ello que se conforma, en principio, como un proceso coercitivo en los
horizontes vacíos de percepción de las instituciones educativas, es
decir, allí donde las autoridades y los padres no llegan a percibir lo que está
sucediendo.
Para que un acto de acoso sea
denominado como bullying deben constituirse
cuatro posiciones: víctimario-víctima-colaboradores o sujetos
encubridores-testigo o grupo silencioso. Si no se formalizan estas posiciones
estamos frente a otro tipo de violencia que no es bullying.
Esta dinámica de hostigamiento
entre pares debe persistir en un período de tiempo de
seis meses aproximadamente.
Tiene pautas de un curriculum
oculto.