¿Hay razones para que haya colegios tomados?
El vocero
del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires sostuvo que no hay
razones para que haya colegios tomados. Sin
embargo, Delfina Hermelo, vocera del colegio
artístico Mastrazzi afirma que las condiciones
edilicias y la reforma propuesta por NES denotan la crisis que atraviesa la
educación secundaria. Son trece los colegios tomados: Lola Mora, Cerámicas 1,
Lengüitas, Cortázar, Mariano Acosta, Falcone, Lenguas Vivas, Mariano Moreno,
Agustín Tosco, Normal 8 y Juan B. Justo, entre otros.
La serie educativa es codependiente de la serie política y social.
Podríamos, incluso, afirmar que en la
intersección entre los diversos conjuntos que conforman la construcción
hegemónica del poder se da la tensión entre las series. Es en ese punto de tensión en el que se configura el
poder. De ahí que pensar la violencia en las escuelas implica reconocer la
tensión y es allí donde se perciben las diferentes manifestaciones de violencia
que se entrecruzan en el interior de las instituciones: violencia en la
escuela, hacia la escuela y de la escuela como sostiene Brener en su artículo
publicado en la revista IRICE, 2011:
“Vale discernir sobre tres formas distintas de
entender la relación entre violencias y escuela: las violencias de, en y hacia la
escuela. Las violencias de la escuela remiten
al conjunto de situaciones que produce la misma institución, el tipo
de relaciones pedagógicas, sus formas de evaluar, el sistema
disciplinario, etc. La frontera que separa la escuela de la sociedad es cada
vez más frágil, más permeable. Hay distintos tipos de violencias que
se originan por fuera de la institución escolar, pero se expresan también en su
interior. Podemos ubicar aquí situaciones ligadas a rivalidades (barriales,
familiares, deportivas, entre otras) que suelen ingresar al territorio
escolar, confirmando que la escuela no es ni un santuario ni un mundo
ideal, que no es ajena a dichas conflictivas. Estas situaciones las
identificamos como violencias en la escuela. Finalmente,
algunos ejemplos de violencias hacia la escuela pueden identificarse en
aquellas situaciones en que las escuelas están sobre demandadas y
especialmente subdotadas (presupuestos, recursos, mantenimiento,
etc.) Otras de sus variantes se expresan en las violencias simbólicas
que a través de los medios construyen miradas estigmatizantes sobre los
“alumnos violentos”, en torno a la escuela pública o soslayando el derecho de
docentes a reclamar por mejores condiciones laborales. Es frecuente observar en
diarios de alcance provincial y nacional el uso de términos
peyorativos al referirse a niños y jóvenes, como , “patota infantil”,
“pequeños delincuentes”, “mafia colegial” o “minichorros””. Y en estos modos de
nombrar a los más jóvenes suelen mostrarlos como sujetos
peligrosos ocultando su condición de sujetos
en peligro. Significaciones que alimentan toda una
construcción social del miedo,” (“Escuela y violencia en los medios de comunicación. Leer entre
líneas, ensayar una mirada crítica”).
La violencia en, hacia y de, son formas de constituirse los
movimientos de poder hacia el interior y exterior de la institución educativa.
La toma de colegios que se está desarrollando en Capital Federal pone en
evidencia la intersección y la lucha por el espacio dominado; quienes toman el
colegio resisten a la investidura del poder que trata de coaccionar sobre la
educación pública. A la vez, el proceso de resistencia, al volverse mediático,
constituye en sí mismo un ejercicio de violencia hacia la escuela pública en
tanto institución. Paradojas de un modelo que responde a los intereses
económicos y que hace del discurso disidente una estrategia discursiva
massmediática para profundizar el discurso sobre la crisis de la educación
pública.
A continuación, le presentamos al lector una cobertura y un artículo
publicados esta semana sobre el tema: la primera del Diario La Nación y la
segunda enviada por mail desde las agrupaciones estudiantiles.
Fuente: La Nación, martes 23 de junio de 2015 |
Reforma
Ya suman 13 los colegios porteños tomados por
alumnos secundarios.
Exigen participar del proceso de modificación del sistema de educación media; la medida comenzó hace cuatro semanas.
Exigen participar del proceso de modificación del sistema de educación media; la medida comenzó hace cuatro semanas.
Estudiantes secundarios porteños
extendieron ayer a 13 el número de colegios tomados contra la reforma del sistema
de educación media que impulsa el gobierno local. Exigen participar de las
decisiones y, además, mejoras edilicias.
Las tomas comenzaron hace cuatro
semanas en la Escuela de Bellas Artes Lola Mora, del barrio de Lugano, y se
fueron extendiendo hasta alcanzar ayer a 13 establecimientos de esta ciudad:
las escuelas artísticas Rogelio Yrurtia, Aída Mastrazzi y Cerámicas 1, y los
colegios Lengüitas, Julio Cortázar, María Claudia Falcone, Mariano Acosta,
Lenguas Vivas, Mariano Moreno, Agustín Tosco, Juan B. Justo y Normal N° 8 Julio
A. Roca. Los dos últimos se sumaron ayer a la protesta que lidera la
Coordinadora de Estudiantes de Base (CEB), que reúne a los centros
estudiantiles secundarios porteños.
Voceros del Ministerio de
Educación porteño señalaron a LA NACION que no hay razones para que haya
colegios tomados e indicaron que el diálogo continúa abierto. Advirtieron,
también, que se recuperarán los días de clases perdidos.
Por su parte, los alumnos
reclaman una reunión "en la que estén presentes el ministro Esteban
Bullrich y autoridades de infraestructura junto a delegados de cada uno de los
colegios en conflicto", dijo a Télam un estudiante del colegio Julio
Cortázar, Cristofer Loyola.
También exigen obras en las
escuelas, "que se están cayendo a pedazos; faltan vidrios en las ventanas,
se caen parte de los techos y hay muchas en las que no hay ni
calefacción", agregó. Rechazan, además, "el cierre de cursos en los
colegios artísticos. Por una resolución del gobierno porteño, si hay menos de 12
alumnos tiene que cerrarse el curso o, como dicen ellos, tiene que fusionarse.
Si hay cursos con más de 35 personas tienen que abrir uno nuevo y, sin embargo,
no lo hacen".
En el Lenguas Vivas, los
estudiantes ampliaron la toma al nivel primario el viernes pasado por los
problemas edilicios. Y docentes del Mariano Acosta, otro de los colegios que
están tomados, le envió ayer un petitorio al Ministerio de Educación porteño
para que "se revise y se vuelva discutir todo el ciclo orientado de los
bachilleratos", según confirmó a Télam la rectora, Raquel Papalardo, quien
puso como ejemplo los cambios que tendrán en la denominada Nueva Escuela
Secundaria (NESC) algunas asignaturas básicas, como Biología.
Marina Ampuero, de la
Coordinadora Estudiantil del Lengüitas, adelantó a LA NACION que hoy habrá
asambleas en los colegios que no están tomados para analizar sumarse a la
protesta o, de lo contrario, cómo participar del reclamo del CEB. El viernes
por la tarde los estudiantes se movilizarán a la sede del Ministerio de Educación
porteño, en la avenida Paseo Colón al 200, y mañana habrá cortes de calles. Los
horarios y los lugares se decidirán en nuevas asambleas.
Dijo que
ayer, con otros estudiantes, un padre y un docente de su colegio participó de
una reunión con un representante de la cartera educativa porteña para buscar
una solución del conflicto en el instituto, pero los alumnos rechazaron
cualquier negociación individual.
Fuente: Secundario Caba, 23 de junio, 2015
13 colegios tomados: "Macri quiere ser presidente pero está
desquiciando la educación en la Ciudad"
"Ya somos 13 los colegios
tomados", informó Delfina Hermelo, vocera del colegio artístico
Mastrazzi, uno de los pioneros en un movimiento que ya reúne a los
estudiantes del Yrurtia, Lola Mora, Cerámicas 1, Lengüitas, Cortázar, Mariano Acosta, Falcone, Lenguas
Vivas, Mariano Moreno, Agustín Tosco, Normal 8 y Juan B.
Justo. "Muchos otros colegios están teniendo asambleas y quieren sumarse,
pero el gobierno de Macri y las autoridades presionan para que esto no
ocurra", remató Hermelo. La delegada estudiantil denunció que
"también La Cámpora y el sindicato kirchnerista UTE-CTERA están trabajando
para levantar las tomas, ya que comparten la orientación de la NES. En el
Acosta, la rectora Papalardo, una referente del kirchnerismo, llegó incluso a
requerir la intervención de la Policía Federal por la toma, contra sus propios
estudiantes".
Por su parte, Julián Asiner,
presidente de la FUBA y candidato a legislador por el Frente de Izquierda en la
Ciudad, declaró: "Macri quiere ser presidente pero está desquiciando la
educación pública". Asiner denunció que "la reforma PRO está
implicando cierre de cursos, eliminación de orientaciones, despido de docentes
y hacinamiento". El titular de la FUBA reclamó que "el ministro
Bullrich reciba a los secundarios". Asiner aseguró que "los colegios
están en un estado deplorable: en el Lenguas Vivas hay ratas y hasta alacranes,
el Yrurtia tiene paredes electrificadas y en el Che Guevara no hay gas hace 9
meses". El candidato del Frente de Izquierda finalizó reclamando "el
tratamiento urgente de los proyectos de ley presentados por Marcelo Ramal en la
Legislatura, que plantean la suspensión de la NES por dos años y la declaración
de la emergencia edilicia en los colegios de la Ciudad".